miércoles, 1 de junio de 2011
Emilio Lovera con multifacética Misión
Reconocido por sus célebres personificaciones de Chepina, el Chúnior, el Malandro Asustado y miles más, Emilio Lovera es considerado uno de los mejores comediantes del país y ahora con la nueva misión de entretener a más no poder a todo el público venezolano, los domingos, a las 8 de la noche, por Televen.
Y es que, quien es considerado uno de los comediantes más famosos de nuestro país, muchas veces ha pensado dejar esta profesión y dedicarse a ser guía de turistas o voz de series de televisión, pero como el público pide diversión y buen humor, Emilio Lovera no fallará con su nuevo programa: Misión Emilio. En esta entrevista nos cuenta todos los detalles de su programa.
Cuéntanos un poco, ¿Qué nos trae Misión Emilio?
Misión Emilio, viene a ser una alternativa en señal abierta para la diversión del venezolano, que es algo definitivamente prioritario, porque para el venezolano la diversión se ha convertido en una necesidad básica. Lo que traigo es, las cosas que me gustan hacer, y que sé que de alguna u otra forma hacen reír al público.
¿Cuál será la principal cualidad de Misión Emilio, que lo diferencia o lo hace mejor que otros programas del mismo corte?
Que no es un programa de sketch exclusivamente, sino un Talk Show con sketch. Manejaremos invitados que tendrán un espacio donde harán lo que más les guste, pero siempre relacionado con el humor. Las secciones son absolutamente variadas y no hay una secuencia entre ellas, a pesar de que venimos con personajes de los que teníamos antiguamente, de los que yo hice, como Chepina y el Chúnior, pero en un nuevo contexto.
En todos los programas de humor siempre hay un sketch que pega más, en este caso ¿cuál crees que será el mejor de Misión Emilio?
Como ya están Chepina y el Chúnior, probablemente el que vaya a pegar, y tal vez la gente lo recuerde, es El Malandro Asustado, pero también hay dos o tres personajes hechos por Alexandro Noguera, y otros por Héctor Vargas que van a estar muy bien. Trataremos de no hacer un sketch de relleno, porque si es para rellenar, no va. Si yo veo que tiene la posibilidad de dar risa, va a ir.
Tienes muchísimos años de trayectoria, y es primera vez que estás en Televen ¿pensaste alguna vez que estarías en este canal?
No, nunca pensé estar en Televen. Cuando yo estuve en Radio Caracas tampoco pensaba en estar en televisión, y sin embargo pasé 23 años en ese canal. Esta vez tampoco sabía que iba a estar en Televen, porque este proyecto es hecho por insistencia de la productora CINEMATERIAL, que fue la que hizo el contacto con Televen.
Y ¿cómo te has sentido?
Bueno, Televen tiene muchas ventajas. En principio es un canal que aprovechó la coyuntura de la desaparición de RCTV y la reorganización del rating en base a lo que la gente prefiere, y salió bien parado. Segundo, es uno de los dos canales con una estructura de canal de televisión que cuenta con todas las comodidades para trabajar.
¿Cómo se forma un humorista?
El humorista nace con una habilidad de relacionar cosas que dan risa y empieza a practicarlo. Cuando inicia la parte profesional, lo pule con las técnicas de las escuelas, del roce con los profesionales y de la propia inteligencia ¿Y cómo se mantiene? Con el contacto no solamente con los profesionales sino con la realidad, para que encuentre la identificación de cada chiste, de cada situación, porque hablando de lo que sucede, la gente se va a sentir identificada y se va a reír.
Te ven en los shows y todo el mundo se ríe, te ven en pantalla y pasa lo mismo, ¿cómo es Emilio cuando se baja de la tarima, cuando no está frente a una cámara?
Técnicamente “cara e culo”. Lo que pasa es que yo puedo ser jovial y alegre, pero te puedo hablar serio, cosa que la gente no entiende y no te perdona que te haya conocido, y no la hayas hecho destornillarse de la risa. Entonces, para mí no existe el descanso. Me gustaría que la gente entendiera eso, pero cuando me ven no es para entender nada, quieren solo reírse.
Y ¿cómo manejas eso?
No se maneja, simplemente se vive. Recuerdo que en el velorio de mi madre, al lado de la urna, se me acercó una señora y me dijo que por qué tenía esa cara, que yo no era así, que tan cómico que me veía en televisión y en cambio en persona tenía esa “cara e culo”. Imagínate.
¿Cómo es el proceso de montaje de cada sketch, tienes libretistas o Emilio es un erudito en el humor?
No, a pesar de tener experiencia todavía no tengo la capacidad profética de decir qué cosa es buena. Pero cuando huelo que algo puede ir bien, es porque me da risa. Y si le da risa a los demás, entonces comienzo a desarrollar el personaje. Una vez que lo construyo y lo tengo enmarcado en una situación, se lo planteo al jefe de los libretistas y luego es que se desarrolla el primer sketch, que por lo general rechazo, para perfeccionarlo, pero una vez que salga el primero entonces viene la simbiosis con el actor, quien le pone de su parte, lo viste, lo maquilla, le da un timbre de voz. Entonces a partir del segundo sketch es que todo se empieza a desarrollar como lo esperaba.
¿Qué hace reír a Emilio Lovera?
Los niños que hacen las cosas inocentemente, mis colegas me dan mucha risa, Charlie Mata, Héctor Vargas me mata de la risa; con un espectáculo de Laureano Márquez y de Claudio Nazoa puedo orinarme de la risa. Bueno en Emidilio y Laureamor nos dan ataques sobre el escenario, hasta llorar.
¿Qué te hace literalmente botar la clase?
Oye…creo que dejé de hacer eso. Probablemente en alguna época me enfurecía, pero logré controlarme porque no vale la pena. Y encontré la forma de decir las cosas con humor o con sarcasmo, que también es importantísimo saber manejarlo, de manera de que duela más que una manifestación sin clase.
¿Tu mejor personaje?
Cada uno en su época, por ejemplo Los Guaperó en su época hizo que este fuera el personaje más popular. Después vino el Enanito Colombiano, Chepina, El Chúnior, cada uno en su época, y son personajes muy distintos. Y es lo que me hace a mí un actor cómico, y no sólo cómico. Chepina no se parece a El Chúnior, que El Chúnior no se parece a Perolito, Perolito no se parece al Enano Colombiano, y eso es lo que me hace ser actor.
¿Cómo nace cada personaje?
Viene de la casualidad, por ejemplo la creación de El Chúnior nació de un personaje que conocí en Barquisimeto, y que tenía el engole y cierta actitud de El Chúnior, pero no su incultura, cosa que le agregué para hacerlo gracioso, para hacer el contraste entra esa característica de autoridad que le da la voz profunda, y el más absoluto desconocimiento de historia y geografía.
¿Hacer Misión Emilio ha sido en algún momento como hacer misión imposible?
Cuando hago un sketch y me parece que está bueno, que no se mete con nadie, y que va a dar risa, y alguien decide que no va al aire, me da la sensación de que vamos a tener misión imposible. Porque cuando la gente se ríe de algo, las otras opiniones desaparecen. O sea, la risa hace que desaparezcan otros pensamientos. Parece mentira, pero la risa que es algo tan sencillo, te permite relajarte. Y por eso, cuando las cosas se hacen con el exclusivo ánimo de hacer reír, no puede ser censurada, no debería ser censurada.
¿Cuál consideras que es el mejor humorista del país?
Laureano Márquez
¿Y mujer?
Tenemos un grupo muy reducido, he estado buscando la razón de por qué la mujer venezolana no se dedica al humor, porque talento hay, pero se dedican a modelar, a ser misses o actrices dramáticas. O sea, todo lo contrario se ve en el drama, donde encuentras pocos hombres dedicados al drama y muchísimas mujeres. Pero históricamente hemos tenido muy buenas actrices, y Nora Suárez considero que es la más completa, actriz, comediante, imitadora, cantante. Hay otra que fue también muy completa en una época, y que me hacía reír mucho: Fina Rojas. Me hubiese gustado trabajar con ella.
¿Has pensado alguna vez en dejar este oficio?
Sí, así como nunca pensé vivir de él. Digamos, nunca fue el gran sueño de mi vida.
¿Y a qué te dedicarías?
Me gustaría trabajar un día en el campo del turismo, llevando a la gente a conocer Venezuela; o hacer locución y voces, cosa que he estado haciendo paralelamente para series de TV.
¿Ya interpretaste tu personaje más anhelado?
No lo sé. Algún día me gustaría hacer un largometraje de comedia, con una buena historia y muy graciosa. Que la gente no parara de reír durante toda la película.
¿Cómo hace Emilio para luchar con todos los buhoneros de Caracas que venden sus espectáculos?
No puedo hacer nada, porque un delito amparado por la ley deja de ser delito. Cuando tú ves que el buhonero vende el CD al lado de un policía, no tiene ningún sentido. A parte, ellos sienten que te están haciendo un favor, y no hay forma de hacerles entender que eso es indebido, es ilegal. Y a mí me han llegado a reclamar, a pesar de que la gente no entiende que yo no grabe el CD, sino que, el nivel de delincuencia es tal, que ni siquiera esperan que uno grabe el CD, para entonces copiarlo. Eso es lamentable, y ojalá haya alguna forma de que eso cambie.
Un piropo
Mamita tu si tas bella pa’ llenarte esa barriga de gente
Un chiste muy malo
Un perro se escapa por la ventana de un tren y en la siguiente estación está el perro paradito esperando, y estaba paradito porque era un pero de cerámica. (Risas) O sea nunca lo entendí.
¿Qué prefieres, mondongo o pollo a la naranja?
Depende, si el pollo a la naranja sabe mejor que el mondongo, me quedo con el pollo. Pero un mondongo bien hecho, en un buen momento, me encanta, sobre todo si está acompañado de arepa.