En una sorprendente premier
De la exitosa cadena Telemundo, bajo la creación del guionista chileno, Sebastián Arrau, llega a Venezuela, luego de su exitoso estreno en Estados Unidos, el Rostro de la Venganza: la historia de Diego (David Chocarro) quien siendo apenas un niño es encarcelado y acusado de haber cometido un horroroso crimen del cual no tiene memoria.
El joven de 30 años, Diego Mercader ha salido de la unidad psiquiátrica de la cárcel en la ciudad de Nueva York. Cumplió una condena de 20 años por los cargos de asesinato en primer grado y por ser autor intelectual de una masacre en la escuela donde asistía en la que perecieron siete de sus compañeros.
Su libertad se la debe a la dedicada gestión de su psiquiatra, la doctora Antonia Villarroel (Maritza Rodríguez). Al salir de la cárcel, ella lo presenta a quien se ha convertido en su benefactor: Ezequiel Alvarado (Saúl Lisazo), un exitoso banquero que por razones secretas le regala una nueva identidad y una nueva vida.
Bajo el nombre de Martín Méndez, logra camuflarse y protegerse de los que no olvidan el pasado e insisten en vengarse de él. Instalado en el mundo de Los Alvarado, tendrá que adaptarse a una nueva vida en libertad mientras lo atormentan pesadillas del pasado y remontan a aquel fatídico día que no logra recordar en su totalidad.
Sin embargo, Martín sigue aferrado afectivamente a Antonia, siendo ella la única persona que le inspira confianza y la única mujer con quien ha mantenido una relación cercana desde que era niño y fue recluido. Por esta cercanía, ellos vivirán un hermoso romance que para Martín tendrá un gran significado: su primer amor.
Las adversidades de un mundo foráneo acechan a este joven cuando conoce a Los Alvarado, especialmente a Luciano (Jonathan Islas), el hijo mayor de Ezequiel y su mano derecha quien conoce a la perfección los negocios de su padre. La llegada de Martín le despierta celos, pues Ezequiel le entrega algunos asuntos que antes no compartía con nadie, incluyendo el cuidado de su joven novia Mariana (Elizabeth Gutiérrez).
Mariana, una mujer poseedora de una gran belleza, consigue lo que quiere gracias a su capacidad de manipulación y ambición. Con Ezequiel, ella tiene una vida asegurada gracias a su protección y estatus económico. Sin embargo, no logra resistirse a Luciano, con quien tuvo en el pasado un breve, pero intenso romance y ahora ambos se esconden de Ezequiel para vivir la pasión que sienten el uno por el otro.
Por su parte, Antonia continúa investigando sobre los sucesos ocurridos hace 20 años, ya que sus dudas sobre la culpabilidad de Martín persisten. Ella no descansará hasta encontrar las pruebas que demuestren, a ciencia cierta, quién fue el asesino.
