martes, 18 de diciembre de 2012
Alejandra Ambrosi: “El paraíso existe y se llama Los Roques”
La coprotagonista mexicana, Alejandra Ambrosi, quien encarna a Camila en la telenovela Dulce Amargo, transmitida por Televen, de lunes a sábado, a las 9 de la noche, asegura sentirse a gusto en Venezuela y confiesa haber cultivado amistades hermosas con los venezolanos.
Esta hermosísima actriz mexicana se instaló en Venezuela para asumir el rol de Camila Ramos, una mujer de 32 años que está casada con Héctor (Carlos Guillermo Haydón) y tiene una hija preciosa. Lo ha dado todo por ellos, intenta agradarle a su esposo y hacerlo feliz, pero él siempre tiene un reproche. Cuando se deprime se refugia en el alcohol.
Confiesa que pasará las navidades junto a su familia en Canaima y que visitará Los Roques por segunda vez “Ir a los Roques, es una experiencia que hay que vivir, es un lugar mágico con una energía muy especial y tiene una belleza muy auténtica” asegura Alejandra.
¿Cómo ha sido el feedback de los televidentes con la novela y con Camila? ¿Has escuchado buenas críticas?
AA: Sí, la verdad estoy muy contenta, hemos recibido muy buenos comentarios. La gente está sorprendida con las historias, porque son historias contemporáneas y que hablan de la realidad que muchas parejas viven hoy en día.
En particular, con Camila creo que hay muchas mujeres que se identifican con ella, ya sea por caer en alguna adicción o por vivir una relación de codependencia. Hoy en día, muchas parejas se ven envueltas en ese tipo de relación sin darse cuenta y es muy difícil después salir de allí.
En twitter he recibido muchos comentarios de mujeres o parejas que se sienten identificadas y que me felicitan por mi trabajo. Estoy muy contenta por la retroalimentación que he recibido. En la calle la gente está contenta, disfrutando y reflexionando con las historias de Dulce Amargo.
Unos de los temas que se tocan en Dulce Amargo son el de la infidelidad y el del alcoholismo ¿Qué opinas sobre estos?
AA:El alcoholismo definitivamente es un tema muy complejo, que no es fácil de digerir. El alcoholismo es una enfermedad, es un mal que ataca a mucha gente, un problema en el que la gente no se da cuenta o no lo quiere aceptar.
Estuve asistiendo a un grupo de Alcohólicos Anónimos para prepararme e interpretar a mi personaje y una de las cosas que decían era justamente eso, que había gente que había llegado ahí con esa enfermedad sin aceptarla, entonces lo primero que hay que hacer, es darse cuenta y aceptarlo y eso es lo más difícil.
Hay gente que por alcoholismo se muere ya sea por una cirrosis o por alguna enfermedad hepática y nunca fueron capaces de aceptar que tenían un problema con el alcohol o con algún otro tipo de droga.
Es un tema sumamente complejo, en el caso de la relación de Camila con Héctor, es una historia como la del huevo o la gallina, ya no sabes qué nació primero porque hay también un pinponeo de culpas, Camila le hecha la culpa a Héctor de su enfermedad y Héctor le hecha la culpa a Camila de que por su problema de alcoholismo, su relación ya no funciona, entonces se vuelve como un espiral de destrucción del que es muy difícil salir.
En cuanto a la infidelidad, pues no estoy de acuerdo porque acaba lastimando siempre a las personas, a menos de que sea una relación abierta en donde haya un acuerdo. El que es infiel, no vive en paz y luego cuando la otra persona se entera, pues sufre mucho, se rompe la confianza y después para recuperarla es muy difícil. Creo que realmente hay que pensársela dos veces antes de hacerlo. Mi filosofía es que no hagas, lo que no quieres que te hagan a ti.
Camila es una mujer con una carga emocional muy fuerte. ¿Esos sentimientos de emoción que muestras cuando grabas terminan por acompañarte o te afectan después de terminar la escena?
AA: Sí me afectan, por más que intento de relajarme, cuando llego a mi casa a descansar no puedo porque Camila vive tanta intensidad, que es imposible. Los actores tenemos emociones y sensibilidad y en mi caso deposito toda mi energía en lo que le sucede a Camila y termino muy exhausta, física y emocionalmente.
Cuando amanece al día siguiente, soy como un zombi de una película de terror, al día siguiente es como si me hubiera tomado dos botellas de whisky, por toda la intensidad que viví el día anterior.
Me costó mucho trabajo equilibrar esa energía, pero ahora trato de hacer ejercicio, hago yoga, antes me desvelaba mucho porque soy una persona muy nocturna y utilizo las noches para leer, pero ahora me obligo a dormirme más temprano y a distraerme porque para mí este personaje ha implicado mucha entrega y me gusta, me apasiona lo que hago, ha sido un aprendizaje como actriz de cómo encontrar la manera de administrar mi energía para que no me afecte.
¿Qué mensaje le darías a esas mujeres que buscan refugiarse en el alcohol para olvidar o huir de los problemas?
AA: Que huir nunca es una buena opción, la primera cosa que yo les diría es que si ellas se identifican, si tienen algún problema de adicción o se encuentran en una relación de codependencia, que busquen ayuda.
He investigado y el primer síntoma del alcohólico es la negación y tarda muchísimo tiempo en aceptar cual es su problema, mientras mas rápido lo acepte mas rápido va a poder ayudarse, ya sea acudiendo a un grupo de Alcohólicos Anónimos, que en cada comunidad del planeta hay una o sino quieren buscar grupos porque no se sienten cómodos, pues buscar terapia individual. Hay muchísimos terapeutas que se especializan en adicciones. Eso es lo más importante, porque ya una vez que están ahí, pues siguen hacia adelante.
De verdad que me encantó asistir a estos grupos, aunque ahora los tengo un poco olvidados por las grabaciones, pero de las cosas más bonitas y más sorprendentes que vi, es que el grupo sirve de apoyo y que hay una red de unión, de fuerza y que se crea una hermandad, es algo tan especial, tan bonito y que les da la fuerza para seguir adelante. Fui testigo de ver como se crea esa hermandad.
¿Cuál es el ingrediente, a tu juicio, que no puede faltar en una historia para que pueda ser exitosa?
AA: Conflicto, siempre tiene que haber un conflicto, fuerzas que se oponen unas a las otras. Si no hay conflicto en una historia, pues no es interesante. Para una buena historia tiene que haber amor, el amor siempre es un buen ingrediente que te apasiona y le encanta a cualquiera y por último, el factor sorpresa también es muy importante.
¿Qué ha sido lo mejor de estar en Venezuela?
AA: Conocer gente hermosa y divina de la cual he aprendido muchísimo, que me ha alimentado mi ser, mi manera de ver el mundo. Para mí viajar y vivir en otro país, implica pues abrir mi mente y la verdad, aquí en Venezuela he conocido gente muy hermosa con las cuales quiero seguir en contacto siempre.
En una entrevista con Luis Chataing expresaste: “El paraíso existe y se llama los Roques”… Cuéntame un poquito de esta experiencia.
AA: Varias personas me habían contado que Los Roques era un paraíso, pero no lo creía, hice una muy buena amiga aquí que ahora se fue a vivir a China, es una amiga venezolana e hizo su primera fiesta de despedida en Los Roques y fue luna llena, fuimos un grupo cómo de 15 personas a quedarnos en un cayo, en una posada súper rústica, en Crasqui –cayo de los Roques- y es una belleza, una simpleza que es ostentosa, es tan simple y sencilla pero es ostentosa la belleza y el paraíso que llega a ser. Es muy romántico también, hay cosas que las tienes que vivir por más que uno lo describa con palabras, no hay palabras que lleguen o que alcancen la descripción de lo vivido como es el caso de vivir en el grupo de Alcohólicos Anónimos o de Los Roques.
Ayer vi una película que se llama “Un Método Peligroso” y decía: “Si pasas por el oasis no puedes dejar de pararte y beber agua” entonces es así como decir: “Si vienes a Venezuela no puedes dejar de pasar por Los Roques”
¿Qué otros lugares de Venezuela has visitado durante tu estadía?
AA: Fui a la isla de Coche y también me encantó, fui a Galipán en el Ávila. La isla de Margarita me encantó, es una isla divina, he ido a La Guaira, a la Colonia Tovar, al Hatillo, no he podido conocer más porque no tengo mucho tiempo libre, tenemos nada más los domingos libres, pero cada vez que puedo darme una escapadita, me voy a la playa o a conocer un lugar nuevo. Me encanta Venezuela, lo que he conocido me fascina y ahora estoy muy emocionada porque en lugar de ir a México a pasar las navidades más como cualquier otra, dije: “pues ¿Por qué no pasarla aquí en Venezuela? y entonces convencí a mi familia y vamos a pasar la Navidad aquí en Caracas para luego ir a Canaima y luego a Los Roques… entonces chévere porque voy a tener a mi familia aquí para que conozcan el paraíso.
¿Qué ha sido a lo que más te ha costado adaptarte?
AA: De pronto la manera de trabajar es distinta, me ha costado adaptarme a eso al principio si decía: “Es que en México las cosas no se hacen así” y “es que en México las cosas nos las enseñan así” y es que en México la manera de trabajar es distinta, la manera de acercarse al trabajo tanto a nivel actoral como a nivel de producción es distinto, no quiere decir que sea mejor o peor pero ahora el hecho de que sea diferente es a lo que me ha costado adaptarme, ya ahora estoy más adaptada.
Al principio sí me costó trabajo eso. Hay un rollo también como de tratar a la gente, es un trato distinto el que tiene el mexicano en comparación con el venezolano. El mexicano es muy cortés, es más cálido en cuanto a cortesía y aquí el trato al principio no me funcionaba porque pedía cosas y no me las daban, o me las dan pero como con mala cara y me preguntaba: “¿Pero qué es lo que estoy haciendo mal? Ya después aprendí cómo es el trato venezolano, que es mucho más como de confianza, como si fuera a tu hermana a la que le estas pidiendo el marroncito (risas). Ya me siento súper adaptada en ese aspecto, pero al principio era así como que ¿Será que los mexicanos no les caemos bien o qué?
¿Qué es lo que más extrañas de México?
AA: Extraño la comida, me encanta la comida mexicana, extraño a mi familia y a mis amigos, no tengo muchos amigos pero los que tengo son muy cercanos a mí, me alimento mucho cuando veo a la gente que quiero, ya sea mi familia o mis amigos. Ahora como ya tengo mi propio círculo de amigos aquí, me ha ayudado a adaptarme mucho, como que ya no los extraño tanto, pero al principio sí extrañaba mucho a toda mi red de amigos y de familia.
Extraño los “supers” mexicanos, extraño ir al supermercado, es que aquí no tienen las mismas cosas que en México, extraño las frutas y las verduras mexicanas.(Risas).
¿Qué es aquello que no le puedes esconder al HD?
AA: Pues nada, el HD lo ve todo. Yo he defendido mucho que si Camila se tiene que ver mal, pues que se vea mal, porque entre que es alcohólica o está borracha o abandonada o destruida, pues mientras más real mejor.
Aquí en Venezuela siempre se tienen que ver perfectas, con el maquillaje perfecto pero como yo he hecho más cine o teatro y he tenido que buscar que mis personajes tengan verdad, no me puedo conectar con mi personaje si estoy toda perfecta maquillada y estoy sufriendo. Al principio me decían: “No es que no te puedes ver así de mal” y yo les respondía: “Es que me tengo que ver mal” y si traigo el rímel corrido y si el pelo está patas para arriba, pues estoy así.
¿Cuándo supiste que la actuación sería tu vida?
AA: Pues lo supe desde niña, pues estaba metida en obras de teatro y recitaba poemas, hacía shows en la escuela, tomé la decisión cuando estaba en la universidad. Yo estudiaba Comunicación Social y en realidad decidí estudiar esa carrera porque era lo que más se acercaba al teatro y a lo que yo quería ser, que era ser actriz, pero como vengo de una familia que no tiene nada que ver con esos gustos, pues estaban infartados con mi decisión.
Mi papá era ingeniero civil y pensaba en casas y edificios y en construir y mi mamá trabajaba en un banco, entonces como que para mi familia era lo peor, que yo me quisiera dedicar a ser actriz.
Entré a estudiar la carrera de Comunicación un poco como por miedo a atreverme a hacer actuación y porque mi familia no me apoyaba y en la universidad me metí a un taller de teatro y tuve la fortuna de que el grupo que formamos fue mágico y todos los que formamos parte de ese equipo ahora somos actores, gracias a un maestro que es como mi papá de la actuación, era excelente y siempre va a ser mi referente, siempre lo veo y hablo con él para que me dé consejos.
Fue él, el que me plantó la semilla de la decisión porque era algo que ya estaba ahí pero cuando formé parte de este taller yo dije: ¡quiero ser actriz! hablé con mis papás y les dije: “esto es lo que quiero hacer”. Ya iba a mitad de carrera e hice un acuerdo con mi papá y en ese tiempo mi papá me dijo: “hagamos un trato, tú termina tu carrera y cuando la termines yo te apoyo para que te vayas a estudiar al lugar en donde tu quieras del mundo” y entonces la terminé y apenas me dieron mi título me fui a Inglaterra a estudiar actuación.
¿Algún personaje que te haya marcado?
AA: Uno de los que más me ha marcado es uno de una actuación de teatro que se llamó “Todo sobre mi Madre”. Era una actuación divina y hermosa… de hecho vino Agustín Almodóvar, el hermano de Pedro Almodóvar a ver el montaje y ese mismo montaje lo hicieron en Nueva York después, no con nosotros los actores pero el montaje en sí, la adaptación, fue una de las más importantes en México.
Yo hacía el papel de la hermana que era el que hizo Penélope Cruz en la película y fue un personaje encantador, que me encantó hacer tanto por lo profesional porque amo el teatro y por lo que implicaba estar en ese escenario. El personaje era una monja que se embaraza de un travesti es algo que va mas allá de los prejuicios o sea, es una persona que no juzga a los demás y eso es muy difícil, fue un personaje con el que me conecté muchísimo y que me dejó mucho.
¿Cómo se define Alejandra Ambrosi?
AA: Bueno soy una mujer ciudadana del mundo, amo viajar, amo descubrir otros mundos, otras maneras de pensar, me gusta escuchar otras historias, me gusta divertirme, me gusta jugar, soy muy apasionada, muy intensa cuando quiero algo voy tras ello hasta conseguirlo y pues tengo este contraste de ser muy alegre, muy divertida y juguetona y a la vez ser muy comprometida y muy responsable con lo que quiero.
¿Cuál es tu principal motivación?
AA: La vida, el amor hacia las personas, hacia mí.
¿Actualmente tienes proyectos adicionales a la novela?
AA: Acabo de estrenar una película en México que se llama Luna Escondida, es una coproducción norteamericana que distribuye Universal Estudios que se estrenó hace dos semanas y afortunadamente nos está yendo muy bien. Es una de las películas más taquilleras ahorita en México.
Estoy muy contenta por eso y bueno tengo varios estrenos también de otras películas que ya hice hace tiempo para el año que entra. Por ahora, estoy full con este proyecto, con Dulce Amargo, el año que viene vamos a ver qué sigue, espero poder seguir haciendo teatro y cine.