martes, 18 de diciembre de 2012

Juan Carlos Martín: “Estoy a los pies de Roxana Díaz”


El coprotagonista mexicano, Juan Carlos Martín del Campo, quien encarna a Juan Ángel en la telenovela Dulce Amargo, transmitida por Televen, de lunes a sábado a las 9 de la noche, asegura sentirse feliz de estar en Venezuela. Confiesa estar deslumbrado por la belleza de las mujeres venezolanas  y asegura que lo mata la Reina Pepiada. Este mexicano que se ha venezolanizado con su estadía en el país, cuenta todos los detalles de su trabajo en Dulce Amargo.

El actor se instaló en Venezuela para asumir el rol de Juan Ángel Custodio, un hombre adicto a la adrenalina, al que le gusta hacer tratos, negocios, es ambicioso y está completamente enamorado de Bárbara, (Roxana Díaz) su mujer en la telenovela coproducida por Cadena Tres, Telemundo y Televen.

El coprotagonista mexicano de Dulce Amargo, Juan Carlos Martín del Campo, dice sentirse atraído por las bellezas naturales de Venezuela, como el Ávila y asegura que lo que más extrañará en su regreso a México será la calidad humana de los venezolanos.

No es la primera vez que estás en nuestro país. Estuviste aquí en dos oportunidades, una como invitado a un programa de variedades y la segunda, para grabar un comercial. ¿De todas estas visitas cuál ha sido más gratificante personal y profesionalmente?

JC: Esta última ha sido la más gratificante, porque es un proyecto mucho más largo, tengo a mi cargo una responsabilidad que es representar a Juan Ángel, además de justificar el hecho de que me hayan traído de tan lejos y que mi trabajo tenga calidad, que se entienda el por qué estoy aquí. Que no digan… y bueno ¿Por qué trajimos a este? Hubiésemos contratado a alguien más (risas).

¿Cuál crees que es el mayor aporte que le da Dulce Amargo a la industria de las telenovelas venezolanas?

JC: Creo que lo importante es que Venezuela está en el mercado internacional de las telenovelas y no solamente a nivel comercial, sino también en el ámbito empresarial y en cuanto a calidad. Lo bueno es que la gente entienda que a Venezuela se puede venir a invertir, que Venezuela es un lugar en donde se pueden hacer grandes producciones, sin rayar en la mala calidad.

¿Qué ha sido lo más fácil para adaptarse a vivir en Venezuela y qué ha sido lo más difícil? 

JC: Lo más fácil, al calor, el clima aquí es maravilloso ¡Me encanta! Y ver El Ávila todos los días para mí es un regalo, en Ciudad de México no tenemos nada parecido.

Lo más difícil ha sido un poco los horarios de las comidas porque aquí se come muy temprano y en México se come más tarde.

¿Qué es aquello de Venezuela que cuando estés en México vas a extrañar?

JC: A la gente, a los venezolanos, a los que he tenido la oportunidad de conocer y de sorprenderme con su calidad humana y con lo profesionales que son.

¿Te quedarías viviendo en Venezuela?

JC: No lo sé, eso es algo que uno no decide hasta que la vida te sorprende.

¿Para la preparación de tu personaje Juan Ángel Custodio, requeriste hacer algo en especial?

JC: Sí, para todos los personajes que hago me preparo. No puedo presentarme en un set sin haber leído, sin haber hecho una investigación del personaje tanto física como emocionalmente, una investigación de qué es lo que va a requerir ese personaje porque si yo no le pongo límites a ese personaje, se puede convertir en una caricatura y eso no me gustaría.  Tiene que tener un fondo que le haga justicia al personaje, ¡yo soy el abogado de ese personaje y lo voy a defender!

¿Qué ha significado Dulce Amargo en tu vida?

JC: Ha sido una experiencia más dulce que amarga. Es un paso muy importante, he trabajado en otros países pero el hecho de trabajar en un país latinoamericano como Venezuela, me hace replantearme mucho mi carrera, replantearme las cosas que quiero aportarle a mi propio país y creo que la conciencia social que me ha dejado este proyecto, ha sido lo más importante que yo puedo rescatar.

Además del cariño de la gente, de mis compañeros que han sido profesionales, amables y de los cuales he aprendido mucho, como el caso de Daniel Alvarado, que es un actor de gran importancia y de mucha trayectoria aquí en Venezuela y ese tipo de actores, de gran trayectoria no solamente se merecen respeto, sino para mí, son maestros. Los veo; veo como se mueven, la forma en como abordan los personajes y es un regalo para mí. Agradezco mucho sus oportunidades.

Todos los personajes que un actor interpreta son recordados por algo especial, por ejemplo, el personaje que te lanza al estrellato o el personaje que logra demostrar que de villano eres excelente, ¿Cómo recordarás a Juan Ángel?

JC: Yo lo voy a recordar como un pillo muy inocente, un pillo con buenos sentimientos, porque claramente Juan Ángel es un delincuente,  pero es un delincuente de buen corazón.

¿Cómo ha sido el feedback de los televidentes con tu personaje? ¿Te ven en la calle y te reconocen?

JC: En la calle me han reconocido y me han tratado con mucho cariño, con mucho respeto y para mí es el reconocimiento que me alimenta porque así sé que valió la pena levantarme temprano, valió la pena hacer todas las escenas, valió la pena salir tan tarde de grabar. Que la gente se acerque a pedirme un autógrafo y quiera escuchar mi voz o quiera hacerme algún comentario sobre mi personaje, para mí es más importante que cualquier premio físico que pueda llegar a tener.

Juan Ángel, es adicto a la adrenalina, le gusta hacer tratos, negocios, es ambicioso y está completamente enamorado de su mujer…. ¿Te pareces en algo a Juan Carlos?

JC: No, yo no soy tramposo, no puedo dormir si tengo una deuda de cualquier tipo. Esos fantasmas me persiguen todo el tiempo, así que yo no puedo ser así.

 ¿Adicto a la adrenalina? ¡Claro! siendo actor me encanta la adrenalina y trabajar a veces bajo presión y condiciones a las que uno a veces trabajando en oficinas no se enfrenta y ¿Enamorado? ¡Claro! cuando me enamoro no puedo pensar en nada más que en esa persona.

Juan Ángel hace lo que sea para mantener a su lado a Bárbara. ¿Qué es lo más parecido que ha hecho Juan Carlos para mantener a una mujer contenta?

JC: Lo que a mí me gusta hacer cuando busco a una mujer, es poder sentirla, escucharla y percibirla. Yo creo que las mujeres que han estado conmigo han estado a gusto porque les he ofrecido todo eso, les he dedicado toda mi atención, lo que para algunos hombres puede ser una carga, a mí me alimenta. Me encanta escucharlas, me encanta verlas,  ver en qué puedo ayudarles. Creo que la atención en una relación debe ser algo básico además de los detalles, creo que en los detalles siempre está la verdad.

¿Podrías contar alguna anécdota que haya ocurrido en alguna grabación de la telenovela?

JC: Pues tengo muchas, al principio yo no les entendía mucho a los venezolanos cuando hablaban, me costaba mucho, me daban indicaciones y yo no entendía lo que me decían. Hubo una vez que yo estaba en un coche y ellos me pedían que abriera la puerta y yo entendía que abriera la ventana entonces perdimos como 5 minutos en esa tontería. (Risas) Y como ese tengo varios cuentos... una vez me patiné y me caí, o se me salió una mexicanada o una mala palabra pensando en el personaje. También me he dado cuenta de que cuando estoy hablando con mis compañeros antes de entrar en escena empiezo a hablar con el acento venezolano y luego caigo en cuenta cuando me toca entrar, es algo muy raro (risas).

Eres uno de los hombres más envidiados del país pues tu pareja en la novela es una de las mujeres más sexys de Venezuela. ¿Cómo te has sentido trabajando con Roxana? Y qué le dices a todos esos hombres que ahora mismo te envidian

JC: Ella tendría que ser un boom en todos lados, porque es una mujer extraordinaria, no solamente es una mujer hermosa, es una mujer profesional, es una mujer dulce y de muy buen corazón. La verdad es que no pude haber pedido mejor compañera que ella para esta aventura, estoy verdaderamente a sus pies, me parece que es como un ángel, ha sido un ángel para mí, una guía en los momentos difíciles. Siempre tiene la palabra exacta, la actitud correcta, para mí Roxana es una gran actriz y estoy aprendiendo muchísimo de ella.

¿Qué es aquello que no le puedes esconder al HD?

JC: Lo que no le puedes esconder al HD, ni a ninguna otra cámara, es un actor poco profesional, un actor con mala actitud o un actor con poco talento, creo que eso es lo importante que no se le puede esconder a la cámara, las arrugas, los pliegues y las canas es lo de menos, o para mí es lo menos importante. Lo que no se puede esconder es un mal actor, eso siempre va a resaltar.

¿Cuál es el reto más grande que has tenido que afrontar en tu carrera?

JC: El seguir, mantenerme en este viaje, mantenerme en mi carrera, hacer las cosas como quiero, escoger los personajes y hacerlos como quiero hacerlos, no traicionándolos y espero quedarme hasta el día de mi muerte actuando y poder defender los personajes que hago con la misma pasión y con la misma felicidad que me da hacerlo día a día.

Profesionalmente hablando ¿Qué le falta por hacer a Juan Carlos?

JC: Pues me gustaría trabajar en inglés, se hablar inglés, lo entiendo muy bien y creo que poder actuar en otro idioma sería un reto, porque eso significa entender la idiosincrasia  de un lugar y además pensar en otro idioma. También me gustaría trabajar en Europa y en fin, trabajar en todos los lugares en donde se pueda pero siempre haciéndolo bien.

¿Cómo es un día sin cámaras en la vida de Juan Carlos?

JC: Uso barba (risas), no me rasuro, no uso nada de maquillaje por supuesto, ando en jeans y camiseta, leo, veo la tele, trato de ver a mis amigos, si estoy aquí en Venezuela pues veo la televisión, trato de estudiar para adelantar o salgo a comer, que aquí en Venezuela la comida es deliciosa, voy al cine o trato de respirar y de pensar en todas las imágenes que me voy a llevar mentalmente a México, veo El Ávila todos los días.

¿Qué es lo que más te ha gustado de Venezuela?

JC: El Ávila, es mágico, es un lugar muy especial. Quizás ustedes como venezolanos no se dan cuenta porque es algo que está ahí, pero es realmente mágico, un lugar geográficamente bendito y debe tener muchas historias. Me gusta como cambian los colores en el día, en la tarde y en la noche o cuando salen las nubes, todo es muy bonito. A mí el Ávila me  ¡Me encanta! Y en cuanto a la comida, las arepas me fascinan. A mí las arepas de Reina Pepiada me pueden matar, son deliciosas.

Los mexicanos aman el picante. ¿Eres tú uno de ellos? ¿Cómo has hecho para encontrar esos sabores aquí en Venezuela?

JC: Me lo traje, porque aquí la gente no está acostumbrada al picante. He probado algunas salsas que son deliciosas, la verdad es que la sazón venezolana es muy rica, pero le falta el picante al cual yo estoy acostumbrado. Allá hasta los dulces tienen picante. (Risas).

¿Qué es lo que más extrañas de México?

JC: Extraño a mi familia, a mi novia, a mis perros y extraño a mis amigos, porque el trabajo es lo que me tiene aquí y es lo que me tiene ocupado al 100%.

¿Qué es lo que más te seduce de una mujer?

JC: Físicamente, las piernas y las pompas, la verdad que sí. Y que sean buenas personas, yo no aspiro a que sea una mujer realmente inteligente porque la verdad es que yo tampoco debo ser el hombre más inteligente del mundo, pero sí aspiro a que haya bondad en su corazón. Cuando hay bondad hay un camino, sino no hay nada que hacer.

¿Ninguna chica venezolana ha logrado conquistar el corazón de Juan Carlos?

JC: Bueno, si yo no tuviera compromiso ¿qué te podría decir? Es que aquí la que no tiene el pelo, tiene la cara y la que no tiene la cara, tiene la sonrisa y la que no tiene la sonrisa tiene las piernas (risas) ¡Son hermosas las venezolanas, hermosas!

¿Cómo fue la niñez de Juan Carlos? ¿Eras travieso, tranquilo, buen o mal estudiante?

JC: Fui bastante travieso, pero bastante disciplinado, nunca me metí en problemas. Tuve una infancia muy feliz. Siempre fui un niño muy soñador, tengo muchos hermanos y siempre jugaba con ellos. Hacíamos muchas travesuras pero también tenía un tiempo para mí y me sentaba solo a soñar con historias, con personajes y con circunstancias, creo que siempre he sido un actor.

¿Cómo es tu familia? ¿Eres familiar o más bien eres solitario? 

JC: La familia es muy importante para mí, tengo ocho hermanos y mi mamá. Mi papá lamentablemente ya no vive, pero somos una familia grande, entonces tengo muchos sobrinos. Mi familia es mi núcleo, mi eje, es la gente que me apoya, que me impide seguir por caminos equivocados, ellos siempre están ahí.

Tengo hermanos más grandes que yo y han pasado muchas más experiencias de las cuales me nutro. Por otro lado quiero hacer mi propia familia, con la que quizás tenga hijos o no, no importa pero esa otra familia es la que yo escojo, es mi pareja, mis amigos que son también una familia que hay que cuidar. En ese sentido estoy muy completo, me siento bendito.

¿Quién es esa persona con la que más te identificas en tu familia?

JC: Con mis dos hermanas que siempre han sido para mí, mágicas, especiales y todos mis hermanos han sido un ejemplo de cómo debe ser un hombre ¡la verdad es que sí!, todos han sido como ejemplos a seguir y estoy muy orgulloso de mis hermanos.

¿Quién es esa persona a la que le confías tus más grandes secretos?

JC: A mí mismo, la verdad es que creo que antes de compartirlo con alguien más, necesito que pase por mi cabeza para llegar a una conclusión y entonces ahí, sí me gusta compartir, porque puede que esté equivocado y entonces puedo escuchar las dos opiniones, pero al primero que recurro es a mí mismo porque es necesario.

Además de “Dulce Amargo”, ¿En qué andas, laboralmente hablando?

JC: En más nada, la verdad es que estoy muy contento, muy feliz aquí en Venezuela y esperando a ver qué otras sorpresas me da la vida no sé si en Venezuela, en México o en cualquier otra parte del mundo.