viernes, 15 de julio de 2011

María Gabriela Otazo: Tengo todo planificado para consentirme el Día del Niño


La hermosa María Gabriela Otazo, quien día a día acompaña a todos los televidentes en El Noticiero Meridiano de Televen, confiesa que aún sigue siendo niña, que sus juguetes dela infancia eran libros interesantes que su padre le regalaba y que este domingo se consentirá a más no poder, para recordar lo grato de ser niña.

El regalo o el juguete que más recuerdas de cuando eras niña.Un Atlas que me regaló mi papá. Él siempre me regalaba libros, me los dedicaba, me los subrayaba para que leyera partes muy específicas. Y en una oportunidad, yo tendría como 11 años, uno de los libros que me dio, Conversaciones con Dios, que habla de la vida de un hombre al que se le revela la voz del espíritu santo y entonces él le va haciendo preguntas y le contesta su ser interior.

Y una de las frases que no había subrayado mi papá decía lo siguiente: Cuando yo quiero para ti lo que tú quieres para ti mismo, te estoy amando realmente, pero cuando quiero para ti algo que yo deseo, me estoy amando a través de ti. Yo cuando leí eso salí corriendo donde mi papá y le dije, viste por eso es que tú me regalas tantos libros, me llevas a tantas conferencias, porque quieres vivir lo que te hubiese gustado que te dieran cuando tenías mi edad. Él sonrió y me dio la razón.

En ese momento tal vez yo quería la bicicleta, la Barbie, los pantalones de Fey, en fin regalos más parecidos a lo que tenían mis amiguitos, pero bueno tenía otro tipo de regalos, y hoy en día se lo agradezco mucho a mi papá.

Tu comiquita favorita de la infancia:Los Picapiedras.

Alguna costumbre de cuando eras niñaRecuerdo que me regañaban mucho porque hablaba hasta por los codos. Hablaba, hablaba, hablaba y tenía una memoria increíble, entonces veía televisión 5 minutos y después estaba todo el día cantando los jingles de los comerciales y volvía loca a toda la gente. (Risas).

Una comida que recuerdes de la infancia
La espinaca, (risas), ¡fíjate el poder de manipulación! Cuando yo era pequeña mi papá trabajaba haciendo terapias de rehabilitación. Entonces yo lo acompañaba a su trabajo y él me decía que si lo ayudaba y me portaba bien él me regalaba un plato de espinacas como las Popeye. Para mí eso era lo máximo. De verdad que era un premio. Tanto así, que hoy en día cuando yo estoy enferma, me preparo una crema de espinacas con un gusto inmenso, que siento que es una recompensa.

Una chuchería que te encantaba de niña y que ya no consigas más en el mercado
El chicle Papaupa. ¡Me encantaba! (Risas).

¿Qué conserva María Gabriela de su infancia?
Bueno no mucho, la verdad es que buscando las fotografías para esta entrevista, me di cuenta que no tengo muchas fotos de cuando era niña y ahora entiendo por qué tomo tantas fotos, en todo momento. Además la tecnología de los celulares ahorita hace que puedas compartir los momentos en tiempo real con muchísimas personas.

¿En qué sigue siendo María Gabriela una niña?
Siempre soy niña, siento que una de las capacidades más importantes que tienen los niños y que nosotros nunca debemos abandonar es la capacidad de sorpresa, imagina lo triste que sería la vida si sientes que ya todo lo aprendiste o que por ejemplo ningún lugar, ninguna comida, ningún país, que nada te pueda maravillar.

La curiosidad, también es algo que conservo de mi infancia, que bien canalizada es muy beneficiosa para seguir investigando, indagando, creando una versión mejor de ti mismo.

Si pudieras regalarte algo este Día del Niño qué te regalarías.
Ya lo tengo planificado. Voy a preparar unas panquecas fabulosas, con chocolate y banana. Quiero ir a los Go-Karts, que en la vida real no manejo muy bien, cosa que estoy arreglando, pero bueno ahí voy a divertirme y de último pienso consentirme con alguna película de dibujos animados que estén pasando en el cine. Todo un día para recordar lo bonito de ser niño.