jueves, 31 de marzo de 2011

Annarella Bono “Siempre es posible un final feliz”


Asume nuevo proyecto en Televen

La multifacética animadora después de un tiempo ausente de las pantallas, enfrenta un nuevo reto en el canal de la bolita roja, al conducir Rosas y Espinas, de lunes a sábado a las 6 de la tarde. Una producción que, para la conductora, enseña que siempre es posible un final feliz.


Si algo caracteriza a Annarella, es su alegría. Sin embargo, ella misma dice que mucha gente se confunde y no sabe que es más sentimental de lo que se imaginan. Y quizás por eso, no duda en decir que: “de los trabajos que he realizado hasta ahora, Rosas y Espinas ha sido el más difícil”. En las historias de mujeres que a diario presenta, dice sentirse identificada, como seguro lo harán, todas las mujeres de este país.

¿De qué forma inspira Rosas y Espinas a la mujer?

Estoy convencida que muchas de las historias que han visto ya en pantalla o están por verse, no sólo inspiran a la mujer porque se siente identificada con ella, sino porque te deja un mensaje final. Uno de los programas que grabamos era de una muchacha que perdió a su hija pero aprendió que uno no olvida a esa persona sino que aprendes a vivir sin ella, y que puedes ayudar a otros que pasan por la misma situación. Y quiero que quede claro, Rosas y Espinas no son enseñanzas de vida solo para la mujer, sino para toda la familia. Es un programa educativo donde hay una enseñanza de la que todos, y me incluyo, aprendemos.


¿Cómo te sientes de volver a Televen?

Feliz. Omar Camero me llamó y me dijo: -¿Estás lista para volver?- y respondí: -Cuando digas-. Pero lo que no pensé es que iba a ser tan rápido. Desde que me llamó hasta que empezamos a grabar, no pasaron ni dos semanas. En realidad, nunca me he ido de Televen. Soy talento de desde hace 8 años, y me da mucha felicidad porque en los dos años y medio que no estuve en proyectos, Televen no prescindió de mis servicios sino que me dejó como animadora exclusiva. Me siento parte de la familia de Televen y estoy feliz de volver de manera activa.


Hay una definición del verbo animar que dice “levantar la moral a alguien” ¿Cómo haces tú para levantar a la gente?

Cuando animo cualquier programa o evento público, siempre trato de levantar el ánimo, la sonrisa, hacer que le gente se sienta contenta. Al montarme en tarima, soy Annarella Bono. Y no sé, creo que a la gente le gusta el desorden o la alegría que transmito. Pero ahora, no estoy animando sino conduciendo. Y conducir es llevar un programa mucho más serio y con mensajes que le lleguen a las personas.


Sin luces prendidas

Fuera de la pantalla, Annarella sigue su vida. Ha iniciado sus estudios de publicidad, se dedica a mantenerse en forma, atender los quehaceres del hogar y del matrimonio, e iniciar nuevos negocios con sus hermanos. No sólo asume con fervor todos los proyectos a los que se ha enfrentado, sino que cada día aprende de las vivencias que le ha tocado superar.


¿Cuál ha sido tu experiencia más dura en la vida?

La muerte de mi madre. No tengo palabras para describir ese dolor. Han pasado 5 años y lo recuerdo como ayer. Es algo de lo que mi familia y yo no nos vamos a reponer nunca. Y en mi lado profesional, la salida del aire del programa “2 pa’ las 11”. Ese día lloré y estuve dos semanas en cama, sentía que ese magazine no había terminado. Una vez Nelson Bustamante me dijo -Annarella uno sabe cuando llega el final de ciclo de cada programa-. Y yo sabía que “2 pa’ las 11” no había terminado su ciclo. Ese ha sido el programa que más he querido en toda mi carrera.


Como mujer ¿Cuál es tu mayor sueño?

Tener mi familia y mis hijos, porque sé que aunque profesionalmente me falta mucho por aprender y por recorrer, siento que he hecho bastantes cosas. Una vez Daniela Kosán me dijo - Amiga, yo he firmado muchos contratos en mi vida, pero me falta firmar el contrato más importante, que es ser mamá-. Hoy, después que el bebé de Dani ya tiene 1 año, le doy la razón y digo -Yo he firmado muchos contratos en mi vida y el único que me falta es ser mamá-.


Un consejo para aquellas mujeres que se ven reflejadas día a día en los casos que presenta Rosas y Espinas.

Mi mayor consejo es tomar el mensaje final. Porque lo más bello de este programa, es el aprendizaje que te deja. Cada vez que lo grabamos, nos damos cuenta que las historias siempre tienen un final feliz. Y ese es el lema de mi programa ‘siempre es posible un final feliz’. La experiencia te dice que de lo malo hay que tomar lo bueno. Rosas y espinas te deja el aprendizaje y lo bueno de una historia.


Una mujer que admiras

Mi madre


¿Qué no puede faltar en tu guardarropa?

Zapatos


La playa o la montaña

La playa


¿Lo más difícil de ser mujer?

Que el hombre siempre piensa que es mejor que uno


Un lugar ideal para vivir

Mi casa